viernes, 19 de agosto de 2011

Jesús está Preso

La historia de la extinta Hermandad de Jesús del Prendimiento guarda numerosos datos que atraen la atención de historiadores y cofrades: la llegada de la imagen del Señor, su autoría, sus posibles advocaciones pasadas (Señor de la Bofetada, Jesús Preso o del Prendimiento) También, de los altibajos de la corporación cofradiera y como no la relación con las monjas.

Sin duda la custodia de la imagen y del patrimonio de la extinta Hermandad presenta gran misterio y dudas por el paradero del resto del patrimonio y las imágenes de la corporación; hasta hace no muchos años se conoce que se conserva la imagen de la Santísima Virgen, notable talla también, pero no se sabe si aún se guarda las imagen de San Pedro, si hubiera alguna más, así como cualquier enser. El excesivo celo con el que custodia la comunidad de monjas a la imagen del Señor pudo comprobarse en los días previos al Vía Crucis; cierto es que la vida de clausura hace alejarlas de todo bullicio, pero mucho bien hace que el Señor pueda acercarse a los fieles que lo desean recibir.

La salida del Señor en el pasado Vía Crucis fue en todo excepcional, al igual que la autorización de la comunidad a que la devota icona procesionara, donde hizo constar de forma clara la Abadesa en su escrito que “…sólo damos permiso para este acto, sin que sirva de precedente para cualquier otro tipo de acto o culto… si hubiera algo más se nos tendría que comunicar con antelación y la comunidad lo valoraría…”.

Este rechazo a cualquier culto al Señor que provenga de fuera de la comunidad religiosa no es nuevo. Durante el pasado siglo varios fueron los intentos por recuperar o crear Hermandad entorno al Señor Preso y a la Dolorosa, pero uno tras otros chocaron con las ideas de las religiosas custodias del Templo de Montañés. Incluso hace no muchos años un grupo de conocidos cofrades lo intentó sin éxito alguno.

Por este celo ha sorprendido también la restauración que va a sufrir la imagen. Esta intervención, como ya publicamos, la hará el escultor Alfonso Berraquero, reconocido imaginero pero con intervenciones en cuanto a la restauración más que polémicas. Se anuncia que entre los trabajos a efectuar se realizará un cambio de cuerpo de mayor tamaño. Entendemos que si la imagen durante siglos se ha conservado tal cual ha llegado a nuestros días no debiera modificarse; además un cambio de cuerpo supondría que al vestir su imponente túnica sufriría modificaciones toda vez que un cuerpo más alto conllevaría una caída distinta de la pieza bordada. Pensamos que habiendo en Cádiz personas cualificadas para la restauración, caso de José Miguel Sánchez Peña o Pilar Morillo, se podría haber acudido a ellos. Lo que dijimos en la anterior noticia esperemos no lamentar la restauración...

Cádiz Cofrade. Redacción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario