lunes, 14 de noviembre de 2011

Una recuperación necesario (Diario de Cádiz)

La historia del patrimonio cofrade está plagada de intervenciones del todo perjudiciales que hoy en día son prácticamente impensables pero que años atrás se realizaban con demasiada facilidad. Entendiendo siempre que la intención era la mejor posible, personas no cualificadas intervenían sobre imaginería, orfebrería, dorado y otras modalidades artísticas vinculadas con las hermandades para realizar pequeñas reparaciones que lo que hacían, a la larga, era empeorar el estado de ese elemento patrimonial. Algo así le ha ocurrido a la urna del Santo Entierro. Una de las principales joyas no solo de la Semana Santa gaditana sino de la ciudad presentaba multitud de deficiencias, la mayoría de ellas provocadas por arreglos o apaños que a lo largo de los años se han ido realizando y que ahora serán rectificados por medio de la restauración que ya ha comenzado el taller sevillano de Villarreal y que está financiada por la empresa municipal de aparcamientos, Emasa.

El informe técnico realizado por el maestro mayor de orfebrería enumera todos y cada uno de los puntos sobre los que hay que actuar en la urna. Y al margen de elementos que se han perdido o que están rotos o dañados, muchos de ellos responden a la paulatina colocación de pletinas, tornillos o puntillas inapropiadas para una obra de estas características. En este sentido, desde el taller se puntualiza que la urna "no está destrozada", pero sí que está "mal y necesita una recuperación importante, como cualquier obra de arte que no se intervenga en años".

La intervención sobre este paso procesional se ha dividido en diferentes fases o partes: el remate (la cruz y los ángeles), la tapa de la urna con su estructura, nervios y cristal; el cuerpo central de la urna con las ménsulas y el cristal; la peana de la base de la canastilla con los medallones; los cuatro faroles de las esquinas con sus correspondientes cristales; y unos faldones de nueva creación a semejanza de los antiguos.

En lo que respecta al remate, el informe técnico elaborado por Villarreal describe que en la base faltan guirnaldas, hoja cardina, material en el plafón y presenta algunas perforaciones, que se repiten también en las cantoneras de la cruz; la estructura interior del remate está rota y la madera de la base mal resuelta. Además, las cantoneras están mal cogidas, los tornillos son de hierro (no se corresponden con los originales), el ángel del lado izquierdo tiene el cuello roto y los rayos de la cruz están sueltos y rotos. Todo ello será restaurado, además de practicar un repaso general, pulir, abrillantar e igualar de tono el plateado.

La tapa de la urna también presenta hojas y revestimiento de los nervios rotos además de falta de material en algunas zonas. Las tuercas no se corresponden tampoco con las originales (que eran de roseta), y hay que forrar en plata de ley los nervios visibles. Igualmente, se va a corregir la cogida del remate y colocar cristales laminados (ya que actualmente son de metacrilato-plástico). La actuación en esta parte de la urna se completará con la reposición de los trozos de hojas que faltan en la unión de la parte alta con el remate y con el ajuste y forro de los tapajuntas.

El cuerpo central de la urna es la intervención de mayor envergadura tanto por las dimensiones como por su estado de conservación. Según detalla el informe, la estructura interior de la moldura alta (sobre la que descansa la tapa de la urna) "se encuentra en mal estado, estropeada y rota, está cogida con pletinas y tiene defecto en acople de la plata", indicando que se necesita "una gran reforma de madera y la estructura interior de cogida de la parte metálica". Además, se señala que el revestimiento de plata de la moldura alta y la crestería "están desajustadas"; que las ménsulas de las esquinas "están abolladas, sueltas y desajustadas del cristal (metacrilato) y hay cenefa rota", llamando especialmente la atención que las guirnaldas están cogidas con alambre. En la cara interior, tendrán que forrar de plata la estructura y habilitar una protección en el asiento de la cubierta con este cuerpo central. Las molduras del conjunto están abolladas y desajustadas, los pivotes que hay en las esquinas desajustados y con fisuras y el sol de la parte baja en trozos e igualmente desajustado.

Para actuar sobre todo esto se va a desmontar el cuerpo central totalmente, para resanar la estructura interior y hacer trozos nuevos de madera, eliminar las pletinas, cambiar la tapa del fondo o revisar todas las cogidas interiores. Además, se sustituirán los cristales actuales por unos nuevos laminados de forma curvada y se eliminará la instalación eléctrica que aún permanece en la urna (destinada a instalar pequeños focos o luces dirigidos al rostro del Cristo yacente y que la hermandad ha decidido ya prescindir de ellos).

La peana de la urna (o canastilla del paso procesional) presenta bolladuras en la moldura y desajustes en la unión de los diferentes tramos, así como fallos en la estructura interior de los medallones. Todo ello será restaurado después de desmontar completamente esta peana.

En cuanto a los faroles de las esquinas, los orfebres harán los trozos que faltan en las ménsulas y tiras, soldar elementos que se han roto, afianzar con una nueva base la cogida del escudo del remate al farol, hacer los nuevos cristales de todos los faroles (algunos actualmente son de plástico), soldar las grietas y roturas de las ménsulas que soportan los faroles o hacer las puntas de las hojas que faltan.

La intervención se rematará con la ejecución de unos nuevos faldones siguiendo el estilo original decimonónico. Éstos serán de terciopelo de algodón de color negro y llevarán en la parte alta unas estrellas (alrededor de 130) que realizará Villarreal en plata de ley de 930 milésimas.

La historia del patrimonio cofrade está plagada de intervenciones del todo perjudiciales que hoy en día son prácticamente impensables pero que años atrás se realizaban con demasiada facilidad. Entendiendo siempre que la intención era la mejor posible, personas no cualificadas intervenían sobre imaginería, orfebrería, dorado y otras modalidades artísticas vinculadas con las hermandades para realizar pequeñas reparaciones que lo que hacían, a la larga, era empeorar el estado de ese elemento patrimonial. Algo así le ha ocurrido a la urna del Santo Entierro. Una de las principales joyas no solo de la Semana Santa gaditana sino de la ciudad presentaba multitud de deficiencias, la mayoría de ellas provocadas por arreglos o apaños que a lo largo de los años se han ido realizando y que ahora serán rectificados por medio de la restauración que ya ha comenzado el taller sevillano de Villarreal y que está financiada por la empresa municipal de aparcamientos, Emasa.

El informe técnico realizado por el maestro mayor de orfebrería enumera todos y cada uno de los puntos sobre los que hay que actuar en la urna. Y al margen de elementos que se han perdido o que están rotos o dañados, muchos de ellos responden a la paulatina colocación de pletinas, tornillos o puntillas inapropiadas para una obra de estas características. En este sentido, desde el taller se puntualiza que la urna "no está destrozada", pero sí que está "mal y necesita una recuperación importante, como cualquier obra de arte que no se intervenga en años".

La intervención sobre este paso procesional se ha dividido en diferentes fases o partes: el remate (la cruz y los ángeles), la tapa de la urna con su estructura, nervios y cristal; el cuerpo central de la urna con las ménsulas y el cristal; la peana de la base de la canastilla con los medallones; los cuatro faroles de las esquinas con sus correspondientes cristales; y unos faldones de nueva creación a semejanza de los antiguos.

En lo que respecta al remate, el informe técnico elaborado por Villarreal describe que en la base faltan guirnaldas, hoja cardina, material en el plafón y presenta algunas perforaciones, que se repiten también en las cantoneras de la cruz; la estructura interior del remate está rota y la madera de la base mal resuelta. Además, las cantoneras están mal cogidas, los tornillos son de hierro (no se corresponden con los originales), el ángel del lado izquierdo tiene el cuello roto y los rayos de la cruz están sueltos y rotos. Todo ello será restaurado, además de practicar un repaso general, pulir, abrillantar e igualar de tono el plateado.

La tapa de la urna también presenta hojas y revestimiento de los nervios rotos además de falta de material en algunas zonas. Las tuercas no se corresponden tampoco con las originales (que eran de roseta), y hay que forrar en plata de ley los nervios visibles. Igualmente, se va a corregir la cogida del remate y colocar cristales laminados (ya que actualmente son de metacrilato-plástico). La actuación en esta parte de la urna se completará con la reposición de los trozos de hojas que faltan en la unión de la parte alta con el remate y con el ajuste y forro de los tapajuntas.

El cuerpo central de la urna es la intervención de mayor envergadura tanto por las dimensiones como por su estado de conservación. Según detalla el informe, la estructura interior de la moldura alta (sobre la que descansa la tapa de la urna) "se encuentra en mal estado, estropeada y rota, está cogida con pletinas y tiene defecto en acople de la plata", indicando que se necesita "una gran reforma de madera y la estructura interior de cogida de la parte metálica". Además, se señala que el revestimiento de plata de la moldura alta y la crestería "están desajustadas"; que las ménsulas de las esquinas "están abolladas, sueltas y desajustadas del cristal (metacrilato) y hay cenefa rota", llamando especialmente la atención que las guirnaldas están cogidas con alambre. En la cara interior, tendrán que forrar de plata la estructura y habilitar una protección en el asiento de la cubierta con este cuerpo central. Las molduras del conjunto están abolladas y desajustadas, los pivotes que hay en las esquinas desajustados y con fisuras y el sol de la parte baja en trozos e igualmente desajustado.

Para actuar sobre todo esto se va a desmontar el cuerpo central totalmente, para resanar la estructura interior y hacer trozos nuevos de madera, eliminar las pletinas, cambiar la tapa del fondo o revisar todas las cogidas interiores. Además, se sustituirán los cristales actuales por unos nuevos laminados de forma curvada y se eliminará la instalación eléctrica que aún permanece en la urna (destinada a instalar pequeños focos o luces dirigidos al rostro del Cristo yacente y que la hermandad ha decidido ya prescindir de ellos).

La peana de la urna (o canastilla del paso procesional) presenta bolladuras en la moldura y desajustes en la unión de los diferentes tramos, así como fallos en la estructura interior de los medallones. Todo ello será restaurado después de desmontar completamente esta peana.

En cuanto a los faroles de las esquinas, los orfebres harán los trozos que faltan en las ménsulas y tiras, soldar elementos que se han roto, afianzar con una nueva base la cogida del escudo del remate al farol, hacer los nuevos cristales de todos los faroles (algunos actualmente son de plástico), soldar las grietas y roturas de las ménsulas que soportan los faroles o hacer las puntas de las hojas que faltan.

La intervención se rematará con la ejecución de unos nuevos faldones siguiendo el estilo original decimonónico. Éstos serán de terciopelo de algodón de color negro y llevarán en la parte alta unas estrellas (alrededor de 130) que realizará Villarreal en plata de ley de 930 milésimas.

Todo ello eliminará las reparaciones realizadas sin éxito a lo largo de los años y permitirá devolver la urna a su estado original. El estreno se espera para el Sábado Santo de 2012, fecha más que destacada con la salida de la procesión magna.

Galeria de Imágenes de Diario de Cádiz

Se revisará su estructura interior, se modificará la cogida del remate y se harán nuevos los trozos de hoja que faltan.

Se observa cómo se han colocado indebidamente pletinas para reforzar la estructura interior, que aparece sin forrar en plata. También se observan los desperfectos que presenta la moldura que sobresale de este cuerpo central.

En la imagen se aprecia con claridad la rotura del cristal de la urna, que además es metacrilato-plástico, por lo que será sustituido por cristales. Al igual que en otras imágenes de la estructura interior de este cuerpo central, vuelve a repetirse la presencia de pletinas que serán eliminadas, por ser un elemento no original.

En esta imagen se aprecia con total nitidez cómo falta material en la base del remate (en el extremo derecho). Además, habrá que reparar la cabeza del ángel de la izquierda y las cantoneras y los rayos de la cruz.

Se observa cómo se ha colocado una pletina en la esquina interior para reforzar los desajustes. También son visibles las bolladuras (en la esquina superior de la derecha).

Esta cara de uno de los faroles está rota y le faltan algunas hojas. Además de reparar todos estos desperfectos, serán sustituidos los cristales actuales (algunos de plástico) por unos nuevos (30 en total).

Se observa cómo se ha colocado un tornillo de hierro del todo inapropiado, como en muchos puntos de la urna.

Fuente Diario de Cádiz (14/11/2011)

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